Fouad había entregado recientemente su corazón a Jesús.  Esta fue una decisión difícil porque, como musulmán, seguir a Jesús puede significar la pérdida de su familia y de su comunidad.  Fouad comprendió el precio que tenía que pagar y siguió de todos modos. Ahora estaba buscando una nueva comunidad, una comunidad de seguidores de Jesús.

 

"He encontrado una iglesia", dijo Fouad a su esposa. “¡Podemos ir a adorar juntos!"   

 

Desafortunadamente esta iglesia no era muy acogedora para los musulmanes. Dar la bienvenida a los musulmanes podría representar un gran problema para la iglesia local. Por cientos de años a los cristianos árabes en la región le permiten adorar a su Dios, pero le está prohibido compartir su fe con la mayoría musulmana. 

 

Fouad y su esposa no se sentían amados ni acogidos. Mas ellos necesitaban encontrar una nueva Iglesia, así que entraron en oración. A medida que pasaron los meses, Dios puso en el corazón de Fouad comenzar a sembrar iglesias entre sus amigos y familiares musulmanes. Esto fue muy riesgoso. Pero él creyó que ya Jesús había arriesgado mucho más por él y que la idea de que su familia pasaría la eternidad lejos de Dios valió cualquier riesgo.

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Hoy Fouad y su esposa tienen una nueva comunidad. Se reúnen como Iglesia semanalmente en su casa. Ellos adoran a Jesús y aprenden de las escrituras juntos, Dios les ha dado una nueva comunidad.